Objetividad se escribe sin hache

Se dicen muchas cosas de este pais llamado España, se dicen unas dentro y el mismo protagonista, hablando de lo mismo, probablemente diga otras fuera, será algo inherente al paisanaje.

Parece claro y cierto que tenemos cuarenta millones de entrenadores de diversos deportes, cuarenta millones de profesionales de esos mismos y diversos deportes, cuarenta millones de prersidentes de gobierno, de comunidad autónoma, de cabildos o consejos y de alcaldes.

Por no hablar de los cuarenta millones de entendidos en los quehaceres politicos, económicos o sociales.

No se como no podemos «exportar» todos esos caletres en vez de exportar conocimientos de coruptores y corruptos.

Porque corruptos, y corruptores, los hay de todo tipo y condición, nadie se escapa. Sin embargo, parece ser que para una serie de personas, una media España mas o menos, tan solo se corrompen al fondo a la derecha, mientras que para la otrea media, los corruptos lo hacen al fondo a la izquierda, porque, resulta que como dijo Napoleón «Hay pícaros suficientemente pícaros como para portarse como personas honradas»

Eso es objetividad, pero con hache.

La otra, la que no la lleva, es reconocer los aciertos propios y los de los demás y poner de manifiesto lo criticable de los demás y lo de uno.

Quitarse las anteojeras y no guardar los pájaros en la cabeza sino echarlos a volar que siempre es mejor.

Pero, claro, como escribir es un ocio muy ocupado y todo esto de poco sirve en el pais de Luis Candelas, lo dejo para mejor ocasión

Uno que no está ni al fondo a la derecha ni al fondo a la izquierda, que mira que es dificil.

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